El verano pasado fuimos al Puerto de Santa María. Dos días y una noche, lo justo para nuestros bolsillos ligeeeros. Elegimos (con mucho tiempo) un día, seguramente el único del verano en que hubo tormenta (corriente en mí, sí, así es Jana) y para más inri ésta estalló justo cuando me había dado el primer chapuzón y ya teníamos la neverita abierta y estábamos sacando la tortilla de patatas y el picadillo... ¿domingueros?, sí, pero en martes.
Pero ¡mira por dónde!, al día siguiente cogimos el Adriano III, ese idílico barquito que te lleva del Puerto a Cádiz y te trae de vuelta, sobre las olas, el viento en la cara, gaviotas, muchos barcos tranquilos que esperan su paseo diario... Mi niña que se queja: "seguro que ningún barco lleva mi nombre..."; un minuto (segundo) después: Anais, un barco esbelto, bello, precioso. Risas, felicidad, un viaje maravilloso, todos nos sentimos marineros, sirenas, delfines...
Y en mi mente se iba dibujando, a grandes rasgos, una de esas novelas que me gusta escribir, para chicos, sencillas, con algún misterio, algo romántico, bromas... y un barco, esta vez, un fantasma (quizá recordando la magia de El fantasma y la señora Miur), una separación, una historia de pérdidas de los años de la postguerra, versos de mi padre y de otros autores de la "generación escindida", poetas malditos, etcéeeeetera.
Me enrollo como siempre. Vale, lo siento, sólo es para decir que voy a transcribir el prólogo. Se admiten (y agradecen) sugerencias y críticas, la novela ya está escrita pero siempre se puede cambiar...
Hoy he recibido el cuadro. Lo trajeron a casa, empaquetado con metros y metros de papel marrón de embalaje y protegido con ese plástico de bolitas que tanto me divertía reventar cuando era pequeña.
No podía esperar para desenvolverlo. Papel y bolitas, todo quedó tirado por el suelo y pensé que Saliou lo estaría imaginando así, tal como estaba ocurriendo, y se habría divertido poniendo más y más obstáculos entre el cuadro y yo para alargar el momento tan anhelado. Retiré el papel de seda que protegía la pintura y, por fin, pude empaparme de él en todo su esplendor.
No se reconocía nada, eso ya lo imaginaba. Sólo manchas, pinceladas y trazos, como en el otro cuadro, el del barco. Pero está todo ahí, me llega, y cada centímetro de la pintura tiene un recuerdo, un olor, un sabor.
Puedo evocar los rosados atardeceres navegando a lo largo de la costa; las noches sin dormir, el miedo, ahí, en esa esquina, alargándose oscuro, aclarándose, transformándose en misterio, y después, el estallido, la aventura, la revelación. También hay pinceladas de un amor de antaño, y casi llega a mi nariz el aroma amarillo de las rosas.
Hay más, hay mucho más que iré descubriendo a cada nueva mirada, y eso me acaricia el corazón como una promesa.
Coloqué el cuadro junto a la ventana y la incidencia de la luz de la mañana lo transformó, dándole otra perspectiva nueva pero igualmente evocadora. Me senté a observarlo, enmudecida, con ganas de reír o de llorar.
Nunca olvidaremos aquellos días de septiembre, y cada vez nos parecerán más enloquecedores, más extraños, más mágicos. Por muchos años que pasen, nos unirá siempre el misterio de aquel cofre escondido, el pueblecito pesquero que parecía surgido del fondo del mar sólo para nosotros, los pasos invisibles que nos guiaron hasta la tabla del armario, las cartas, el ayer que volvía...
Hoy, por primera vez, he sentido el impulso de que él hablaba, coger este bolígrafo y escribirlo todo, plasmar en un cuaderno todo lo que ocurrió, bien o mal, eso casi da igual, porque algo dentro de mí, o fuera tal vez, me obliga a hacerlo.
Ya empiezo; siento el dulce balanceo del barco...
Sinceramente, tiene muy buena pinta! para cuando más? novela, novela, ñam, ñam ^^ jeje!
ResponderEliminarUn abrazo, eres toda una artista ;)
Mira que eres mala... gracias por lo de la buena pinta, ojalá. Besitos, guapa, y ¿para cuándo más refranes? Sabes que me encantan.
ResponderEliminarLo siento pero tengo que reñirte por dudar tanto de ti. Tienes un talento indiscutible, lástima que te cueste tanto reconocerlo. El talento no son premios, es otra cosa.
ResponderEliminarPor cierto respecto de lo del cursor, yo de ti estaría intranquila, porque ¿quien no te dice que lo que le sucede al ordenador es que se le ha introducido algún ente?. ¿Ultimamente has pasado con el ordenador a cuestas cerca de algún camposanto o alguna casa encantada?.
¿Es verdad eso que dices que parece que tenga vida propia? ¿Ha aparecido ultimamente en el escritorio algún icono que no reconoces?
¡¡¡Por Dios no lo abras!!! (pequeña broma)
1º No vuelvas a pedir nunca perdón por ''enrollarte'' en tú propio blog!!! o me veré en la dolorosa necesidad de meterte un zarpazo y dejarte tiritando no te digo mas '¬¬ xDDDDDDD.
ResponderEliminar2º Niña, no sé si soy yo o llegado a la parte en la que expones el prólogo se corta a la derecha.
3º YO QUIEROOOOOOOOO MÁÁÁÁSSSSSS. :( Nena shere escribí ashin (y lo digo además de verdad).
Llegados a este punto solo me queda ''cantarte'': ''Yo tengo un rinconcillo allá en el suuur''.
Un Besitoo enormeee.
=^.^=
Luís, me levantas la moral como no te imaginas, gracias, chuli, de verdad. Y fíjate que sí, que seguro que los espíritus tenían algo que ver con esto del cursor (ya no estúpido) pero tengo la mejor medium del mundo, mi Anais de mis venas, que coge el ordenador, hace "ooooommmmm" y ¡lo arregló! ¡La madre que la parió (o sea, yo)! Es un pedazo de orgullo el ver que los hijos nos ayudan, nos superan, nos arreglan los ordenadores y la vida así, con un chasquear de dedos. ¡¡Ya tengo el cursor bieeeeeen!!
ResponderEliminarLuís, gracias de nuevo por pasar por aquí, y que espero prontas entradas. Besitos.
Dawa, marramiaaauuuuuiiii... no me pegues, si es que soy una vergüencita, pero creo que tendréis que aguantar la paliza o pasar página (nunca mejor dicho).
ResponderEliminarSí que se corta, pero he intentado arreglarlo y el único medio sería copiarlo entero, y como ayer no podía escribir nada por el problema, pues di a "copiar y pegar" y eso pasó. Espero que no se pierda nada, de todas formas, quizá falta una letrita aquí y allá, en mi ordenador se ve completo pero fuera de la plantilla negra.
Es una novela muy larga, la verdad, quería saber si daban ganas de leerla o daba igual. Ya te contaré, =^.^=
Besitos... etcétera.Miau.
Pues a mí me ha parecido una buena introducción. Pero eso no quita para que te diga que no se puede poner el dulce en la boca y dejarnos con la miel en los labios:)
ResponderEliminarNo debes de dudar de tu talento y has de echarte pá`lante, con pasión por lo que haces y firmeza.
Besos
Trini, si no os hubiera dicho que era un prólogo, ¿a que parecería una entrada soñadora? Pues eso, ¡no puedo poner 119 páginas por entregas!, sólo quise saber si os parecía bien,lo sientooooo... Y gracias a los que os ha gustado, me hacéis feliz...
ResponderEliminarBesitos, guapa.
Umm intesante, veremos a ver como sigue, tiene buena pinta. Un beso.
ResponderEliminarLuego pasan muchas cositas... muuuuuchas...
ResponderEliminarBesitos, Condesa, guapa.
A mi me gusta Jana, pero aunque no fuera así me costaría trabajo tachar ni una sola coma... soy poco objetivo jeje
ResponderEliminarBesos
Gracias, Canoso; yo sí soy muy de corregir una vez y otra, he leído que eso puede crear vicio y lo tengo, eso pasa por tener los escritos en el ordenador. Siempre es tiempo de cambiar lo que no nos gusta, y si no mejora, pues otra vez a ponerlo como antes.
ResponderEliminarBesos, feliz finde.