No dejéis de ver este vídeo, o al menos escuchar la canción, de Fernando Caro, un cantante onubense que se ha implicado en este tema que resulta tan doloroso. Fernando ha cedido los derechos que genere esta canción a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y además va a participar en varios actos para recaudar fondos para las familias que hayan perdido o estén a punto de perder su casa.
Es un tema que duele, duele tanto que a veces, cobardemente, intento alejar de mis pensamientos, incluso llegué a apagar dos veces la radio al empezar esta canción, pero no lo voy a hacer más. Llega un momento en el que piensas: bueno, pues si hay que salir y plantar cara... se sale, y punto. Vale más morir de pie que vivir siempre de rodillas, ¿no dijo eso el Ché Guevara? Pues lo dijera quien lo dijera, es que es así, es que ya está bien de estirar el cuello para que lo pisen con comodidad.
Os pongo aquí abajo la letra para los que no tengáis tiempo de oír la canción, aunque, de verdad, escuchadla y, aunque no os guste el flamenquito, aprendedla y cantadla, tal vez con una canción se pueda llegar más rápido y fácilmente a las conciencias, tal vez la tarareen los chavales que solo se preocupan de sus botellones y su ropita nueva, y de pronto, mientras hacen palmas, se den cuenta de lo que están cantando, de lo que dice de verdad esa canción tan cañera, y comprendan que este es el momento de dejar de pedir y arrimar el hombro, el momento de dejar de beber y empezar a luchar, a pensar por uno mismo, a unirnos todos contra ese enemigo en el que se han convertido estos políticos que solo saben insultar a los oponentes y echarse flores a ellos mismos, y tocan el violín mientras Roma se les quema en sus narices.
Que decía Antonio Gala: "y si a nuestros gobernantes les llamamos "nuestros", no es porque nos gobiernen a nosotros, sino porque gobiernan en nuestro nombre."
¿De verdad alguien se siente representado por los que nos gobiernan ahora, o por los que nos gobernaban el año pasado?
Letra "Desahucios", de Fernando Caro.
Después de llevar media vida
pagando los salarios de mi casa,
me tratan como si fuera un perro,
me echan sin decir media palabra.
A ver cómo le cuento yo a mis hijas
que guarden sus muñecas en una caja,
y que esta noche duermen con su abuela,
a ver cómo les explico esta jugada.
Vengo pedirle, señor juez, que no lo haga.
porque la ayuda me han quitado,
y no tengo nada.
Que ya no sé qué voy a ser,
que ya no sé qué voy a ser...
Quíteme la luz del sol o quíteme la vida,
también la ilusión, llévese mis sueños,
y déjeme sin nada.
Quíteme la religión, quíteme la conciencia
con esta canción, llévese mis recuerdos,
y déjeme sin alma.
Quíteme la luz del sol o quíteme la vida,
también la ilusión, llévese mis sueños,
y déjeme sin nada.
Quíteme la religión, quíteme la conciencia
con esta canción, llévese mis recuerdos,
y déjeme sin alma.
Ahora mi casa es como un trinchera,
me veo con mis manos encadenadas,
consciente de que aquí no hay quien se mueva,
aún no he perdido la esperanza.
La vida se complica y no comprendo
como he llegado a esta encrucijada
de leyes que dictaron estos necios,
los necios que pueden pagar su casa.
Vengo pedirle, señor juez, que no lo haga
porque la ayuda me han quitado,
y no tengo nada.
Que ya no sé qué voy a ser,
que ya no sé qué voy a ser...
Quíteme la luz del sol o quíteme la vida,
también la ilusión, llévese mis sueños,
y déjeme sin nada.
Quíteme la religión, quíteme la conciencia
con esta canción, llévese mis recuerdos,
y déjeme sin alma.
Pero no me dejes en la calle,
no destruyas mi garganta
que aquí yo no soy el culpable,
no he perdido la esperanza.
Quíteme la luz del sol o quíteme la vida,
también la ilusión, llévese mis sueños,
y déjeme sin nada.
Quíteme la religión, quíteme la conciencia
con esta canción, llévese mis recuerdos,
y déjeme sin alma.