domingo, 26 de junio de 2011

PARÍS, LA NUIT

 Venecia... Oh, Sole Mio… una góndola…  ¡Ay, cari, todavía no puedo creerlo! Aunque esperaba tu llamada (sin duda tú lo sabes) cuando sonó el móvil y reconocí tu número, el corazón me dio tal salto en el pecho que, ya ves, todavía estoy temblando. Sabía que hoy era el día pero, con tus despistes, casi no creía que pudieras recordarlo.
Tus despistes… tus famosos, increíbles despistes, ¡ay! Nos reíamos mucho, al principio, ¿te acuerdas?: cuando le pusiste al perro mis cereales y a mí me plantaste su pienso en la leche del desayuno… ¡puaj! Claro que Rocky no dejó ni una miguita, ¡como que eran de chocolate! Estuvo todo el día como una moto.
O cuando me curaste la rozadura del pie… Tú, con tu algodoncito, mimándome, pobrecita, cómo tiene que dolerle el dedito, cuánto le he hecho andar, qué bruto soy… Y de pronto, el olor. Y yo: cari, ¿qué me estás echando en el pie? ¡Que eso no es agua oxigenada, cari, que es acetona!
Pero, sí, has recordado el día: diecinueve de septiembre, tres meses sin vernos, sin saber nada el uno del otro. ¿Qué has hecho en este tiempo en el que yo nacía y moría día a día, noche a noche? Sabías que yo esperaba, ¿verdad? Que no iba a plantearme siquiera buscar a nadie más. Que tú eres único para mí.
Al principio me volví loca aprovechando todas mis horas, comiendo sólo cuando tenía hambre y quedándome las noches enteras sin dormir, leyendo, viendo la tele, a mi aire. Después… fui adaptándome a unos horarios más disciplinados. Sí, lejos de ti hice lo que tú me pedías siempre y que yo, como una niña tozuda, me declaraba incapaz de hacer.
He cambiado, he madurado, y ahora sí estoy preparada para una vida en común. Sólo me faltaba saber que tú también lo estabas, y tu llamada me lo ha demostrado.
Ayer tuve que coger el tren porque los nervios no me dejaban conducir. Después fui de tiendas. Me compré unos zapatos de tacón, rojos, y un camisoncito que no tapa nada. Estoy despampanante.
También reservé –como habíamos planeado- habitación en un hotel. Desde la ventana veo a lo lejos la silueta de la Torre, esta Torre que iba a ser testigo de nuestro reencuentro para ya nunca más separarnos.
Tú, yo, el amor… Tú, yo… ¡tus despistes!
No puedo creer que me estés esperando en Venecia… Pero, cari, ¡si habíamos quedado en París!
                                                                                               Jana

16 comentarios:

  1. jejejeje... bellas las dos...yo a París, por si necesitas compañía

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  2. Pobrecita, con sus tacones rojos y mirando la Torre Eiffel... ¡hombres...!

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  3. Jajajajaja. pobre mujer... y ese hombre y sus despiestes!! acetona en el pie madre mía XD.
    Lo mejor el final... cari pero si hemos quedado en París!! jajajaja muy bueno Jana.
    Un beso.

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  4. Ay, condesita, lo de París,no, pero lo de la acetona lo viví en mis propios piececitos...jajaja... volvimos de la romería con los pies llenos de rozaduras y ¡zaca! Menos mal que no había sangre y no escoció, pero ese olor... y la risa... XD
    Besitos.

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  5. Sí, lejos de ti hice lo que tú me pedías siempre y que yo, como una niña tozuda, me declaraba incapaz de hacer.

    Suerte tiene el que pueda volver sobre lo andado, una vez aprendido que hasta la persona más libre puede tener una vida en común con alguien. Que hasta la más independiente, puede privarse de cosas que aunque insignificantes para una, son de las que depende una relación a veces. Pero no todo el mundo aprende a tiempo.

    Me gustó mucho lo que escribistes. :)

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  6. Me alegra muchísimo saber de ti, Treze. Bueno, a veces no se puede volver sobre lo andado, pero sí podemos analizarnos para intentar cambiar aquello que nos ha llevado a la ruptura, al menos yo ahora soy mucho menos mandona, más tolerante, y al principio cuesta pero después se convierte en tu naturaleza, te dulcificas, y la verdad es que la convivencia es más fácil conmigo ahora que hace veinte años. Y sigo esforzándome cada día, de verdad, al final va mereciendo la pena.
    Mil besitos, guapa.

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  7. A pesar de que tras leer este post han aumentado mis dioptrias por el fondo negro, me ha gustado mucho lo que has escrito :D

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  8. Ay, lo de los fondos y los colores es una lata, a mí el que menos me molesta es éste, pero se ve que cada uno tenemos la vista de una manera, qué rabia. Pues doblemente te doy las gracias, por venir y por leerme pese al fondo. Besitos.

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  9. Ha sido muy bueno, ese hombre me ha recordado a mi y mis despistes...aunque yo no me he llegado a echar nunca acetona en una herida... Al menos en el los despistes parecen hasta tiernos xD.

    Un Beso

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  10. Claro, parece tierno porque ella está enamorada... ¡resignación! Si todo lo malo que tiene es eso, ya puede darse por contenta,¿no?
    Besitos, despistadilla.

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  11. ¡Ah! París, París y en París en el Pont des Arts.

    "¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico."Julio Cortázar(http://www.literaberinto.com/cortazar/rayuela1.htm)
    Ya ves, no me puedo desprender de Cortázar.

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  12. Una excelente historia de amor. Abrazos.

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  13. Luís, me ha sorprendido encontrar tu comentario porque ayer no lo vi, qué raro. Ya te contaré, me la he leido del tirón, me acosté a las tres. Luego te mando un laaaargo correo, ya sabes que me enrollo como una persiana.
    Tendré que empezar a leer a Julio Cortázar, el relato que introdujiste en el tuyo (qué súperoriginal) me gustó mucho.
    Mil besos.

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  14. Fgiucich, el amor puede con todo... hasta con el pienso de perro en el colacao. Gracias por pasar y comentar. Besos.

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  15. Se sale. Leído aquí me gusta aún más. El próximo La naranjita...? O el otro? Tengo muchas ganas de poder escribir el mi blog y meterme en todos los de tus amigos, que hartón de curro...
    Un besito, TQ GBLR

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  16. (Acabo de mandarle un correo a Luís, y creo que voy a leerla otra vez, verás qué guapa está)
    Yo sí que tengo ganas de que escribas, pero ya mismo, sólo te quedan cuatro días... bueno, y luego Madrid... y luego otra vez... pero, nena, está muy bien, quién tuviera tu trabajo. A ver si puedes leer un poco en ese ordenador, se te pasaría volando.
    Besito, GBLR. Te echo de-. =^.^=

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Ana Vega Burgos
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