Estábamos en la inconcebible situación de que, para bañarnos, tendríamos que dejar al coche allí aparcado, solito y abandonado, mira que si alguien lo encuentra tentador...
(El Ibiza tiene unos doce añitos, pero nunca se sabe...)
-Mejor dejo aquí el monedero y el móvil -comento.
-¡En el coche no dejes nada de valor!
-¿No? Entonces, ¿me lo llevo? Vale, pero luego no te pongas a cavar un hoyo en la arena -lo hizo la última vez, para esconderlo todo.
-No, si no vamos a dejar solas las cosas.
-¿Qué?
-Nos bañaremos por separado.
¡Qué romántico! Venimos a pasar una tarde de playa y nos tenemos que bañar por separado. Si lo sé, me traigo a la niña.
Ya estoy con la sombrilla, la bolsa de las toallas y el bolso colgados del hombro, esperando que él coja la nevera, pero antes es imprescindible que se coma dos yogures más.
-Cari, en la bañera ya te comiste otros dos. ¿Cuántos has echado?
-Unos cuantos, no te preocupes.
¡No me preocupo! ¡Me duele el hombro y me estoy asando como un pollo!
-¿Vamos? -sugiero dulcemente.
-Espera, que no he cerrado la puerta de atrás.
-Sí la has cerrado.
-No, no.
-Yo te he visto -mientras lo digo ha vuelto a comprobar las cuatro puertas y el maletero. Aún se detiene tres metros más allá.
-¿Seguro que no te olvidas de nada?
-Seguro.
-Mira que está lejos para volver.
-¡Cariño, que sólo vamos a darnos un baño, qué quieres que se me olvide!
-Vale, vale: ¿ves como estás rara?
Qué cruz.
Mazagón es una playa genial. Hay una enorme extensión de arena fina, la gente esparcida, sin apelotonamientos, la mar está serena como un plato, se puede avanzar y avanzar sin que dejes de hacer pie... Se te pasan todos los malos rollos nada más respirar esa brisa con sabor a sal y arena.
-Vamos más abajo.
-Pero la marea está baja, pronto subirá.
-A mí siempre me ha gustado la arena húmeda, la seca es agobiante, cuando suba la marea nos vamos para atrás un poco.
(Sólo un apunte: cinco veces, ¡cinco! tuvimos que echar atrás sombrilla, nevera, toallas, chanclas, bolso y libro. Pero como yo ya me limitaba a llevar mi toalla y mi bolso, no me quejo: hasta llegó a ser divertido. M.P. es un latazo pero luego casi todo lo hace sin quejarse, tiene su cara y su cruz).
Por supuesto, me bañé sola cien veces. La playa, a mí, me estresa, porque cuando llevo un rato en el agua ya estoy deseando echarme en la toalla y fumarme un pitillo; pero antes de acabarlo ya me digo: ¿qué hago aquí, si tengo que aprovechar el agua, con lo buena que está y que ya seguramente no volveremos hasta el año que viene? Y otra vez al agua, patos. Y otra vez me encuentro tiritando y mirando la toalla con amor. Y así hasta el infinito y más allá.
Mientras M.P. come yogures, tortilla, kit kat... yo bebo cerveza porque se van a calentar enseguida. Cuando quiero comerme mi ensalada resulta que está debajo de todo, así que esa es la excusa perfecta para abrir la lata de paté: a freír monos la dieta. Está buenísimo. Como una famélica, me la como directamente con una cucharita, así no me engordará tanto como con pan. Luego el estómago me molesta toda la tarde, por bruta.
M.P. pasa el rato comiendo y recogiendo conchitas, a partes iguales. Pasa un senegalés cargado de pulseras, me ve sola, me dice guapísima y se para.
-No puedo comprar, gracias -le digo.
-Yo regala para ti -me contesta.
Me acojono.
-No, que viene mi marido y me la lía.
-Ah, tú tiene marido. Vale -y se va. ¿Tengo marido? Sí, pero está cogiendo conchitas y yo aquí sola y expuesta a que me liguen.
Qué romántico.
Finalmente, en homenaje a la Maripili, hago yo sola la ballenita largo rato en la orilla, feliz, con lo que consigo achicharrarme las piernas y la espalda, pero me lo paso bien. Echo mucho de menos a mi niña, la playa sin ella no es lo mismo.
Y regresamos, quemados como cangrejos y yo soñando con una ducha y pasear por mi Niebla. Al salir de Mazagón, M.P. se detiene en una gasolinera para llenar el depósito por segunda vez "por ver cuánto hemos gastado hasta aquí". Después se para en otra para comprobar que la rueda de repuesto sigue intacta (la había comprobado hacía seis días, cuando pasamos la itv, pero "por si acaso"...).
En la puerta del hostal, de nuevo cargada con bolso y mochila, M.P. se pone a abrir el capó.
-¿Pasa algo? -me preocupo.
-Voy a quitarle una pieza, para que no se lo puedan llevar. Acuérdate, si mañana no arranca.
Claro, justo en el parking del hostal van a ponerse a hacerle el puente al Ibiza. Los ladrones lo hacen por deporte.
-Cariño, estoy quemada y esto pesa.
-Pues si bajamos mañana y no está el coche, verás como pesa más.
-¿Mañana? ¿Como que mañana? ¿No vamos a ir a Niebla?
-Si casi es de noche... ya vamos mañana y echamos allí el día. No me gusta conducir de noche en sitios desconocidos, ¿y si nos quedamos tirados, qué hacemos?
-¡Yo quería choquitos fritos para cenar!
-Aquí también habrá, si estamos al lado de Huelva.
¡Yo quería ir a Niebla! ¡Llevo todo el día al lado y no hemos ido! ¡No puedo estar al lado de mi pueblo y no ir! Me dan ganas de llorar, subimos, me tiro en la cama y me enfado.
Pero M.P. se está bañando otra vez, cantando y comiendo yogures, y le importa un pimiento que yo me enfurruñe.
Cuando acaba, yo ya me he quedado dormida con toda la sal pegada al cuerpo y los pelos más rizados que una afroamericana con permanente.
Él se sienta muy despacito a mi lado, para no despertarme. Pero me despierta el ruido de la cucharita rebañando el enésimo yogur.
Jajajjaja me encanta al final del primer trozo que dice... ¿ves como estás rara? jajajaja. Si es que... este hombre!!
ResponderEliminarOhh que lindo el senegalés... tranquila mi pareja también me mataría, bueno... mataría al senegalés jajajaja.
Muy mal ¿eh? la próxima vez te pones recta y que te lleve a tu amado pueblo hombre!
Por cierto, tu marido zampa yogures de forma compulsiva jajaja.
Mil besos y abrazos preciosa!!!!
Jajajajajja la ballenita mola un montón!!
ResponderEliminary madre mía, si que era estresante!! la próxima vez le pides a alguien que eche un ojo a lo que llevas, yo lo hago siempre y nunca me han mangao na. Se lo pides a parejas con bebés, que esos para salir por patas tardan un puñao.
Vaya, Jana, menuda odisea ha supuesto para ti salir de vacaciones a la playa!
ResponderEliminarAl menos nos reimos leyéndolo ¿no?
Un besito :)
jajajaja que bueno por dios!
ResponderEliminarLo de tu marido con los yogures es preocupante, no se lo ha mirado? no seran activia? Es broma XDD
Vaya odisea eso de irse a la playa!
Un besoooooo
Ya me cojo el premio, por cierto ¿a tu marido se le ha ocurrido dejar en el coche un papelito del estilo: "EL COCHE TIENE EL EMBRAGUE PARA CAMBIAR, SI TE LO LLEVAS TU SABRÁS..." a lo mejor se relajaba (pequeña broma). Un abrazo.
ResponderEliminarAy Dior!!!
ResponderEliminarMira que lo he vivido en mis carnes las veces que hemos ido a la playa con tu MP, pero más gracia me hace.
No seas mala, por lo menos cuenta que sí fuisteis a Niebla aunque a la mañana siguiente, pobre comedor compusivo de yogures que lo dejas en muy mal lugar :)
Eso te pasa por ir un solo día de verano a la playa y no llevarme... Tu pobre hija cordobesa achicharrada te juzgará.
Muchos besitos TQ patatilla.
Diosa Lobezna, si es que son la monda estos hombres... y lo del senegalés, oye, te sube la moral, ¿verdad?, pero también te quedas ahí, uf, mejor vete prontito, qué yuyu...
ResponderEliminarLo de los yogures es grave, de verdad, y sigue igual, en casa les echa nata y sirope de chocolate.
Y yo siempre a dieta para no engordar... ¡buaaaaaa!
Besitos, guapísima.
Ana, pero si yo siempre que iba con mi niña nos bañábamos juntas todo el día y no pasaba nada, desde el agua se ve la sombrilla, y además, pero ¿qué nos iban a quitar? ¡Que lo hubiera dejado en el coche! Don Estresando, es su nuevo nombre, de verdad.
ResponderEliminar¡Menos mal que sólo era una tarde, por Dios!
Muchos besitos, guapa.
Sentimentiras: sí, riamos de mis desgracias, es lo mejor. Al menos sirve para algo, además de que perdí la piel, para cuatro horas que estuve...
ResponderEliminarBesitos, guapa.
Onasis, lo de los yogures es un show, que sigue y sigue, no te creas que no. Tiene gustos muy sanos, la verdad, aunque exagera muuuuuuuuucho.
ResponderEliminarMil besitos.
¡Luís, si además tenemos una cosa que bloquea el volante, una pieza rarísima que lleva llave especial y tal! Lo suyo es paranoia total, qué le vamos a hacer. Bueno: hombre prevenido vale por dos, que dice el refrán.
ResponderEliminarMil besitos.
Princesa, tú lo has vivido en tus carnes, ya sabes lo que es. De alucine. Y no seas mala, no te rías tanto de tu pobre mami, que va a la playa un día y se trae tema para dos entradas, bien mirado es una penita.
ResponderEliminarDe Niebla hablaré... no sé cuándo... es que necesito volver a meterme en harina, y ahora no soy capaz, sólo tengo la cabeza llena de bebés y bebés.
Tq, gblr. ¡El año que viene nos vamos tú y yo solitas!
digno de almodovar...cuentaselo
ResponderEliminarBuenísimo, corazón.
ResponderEliminarLa próxima vez, me llevas a mí! jajajaja
(no me contestes, no voy a poner la suscripción de comentarios y no lo veré. Besos)
Me ha gustado mucho el relato jaja. Menos mal que las vacaciones no eran muy largas :) Luego que digan que el verano está para relajarse, pero bueno al menos tiene su lado cómico.Cuídate mucho^^ Un abrazo!
ResponderEliminarNoel, yo creo que ni Almodóvar se lo creería, pensaría que estoy exagerando.
ResponderEliminarMaripili, aunque me digas que no te conteste, es que dejar ahí tu comentario sin respuesta... me daría penita. Así que, vale, guapa, la próxima te aviso. Espero que no te gusten los yogures.
ResponderEliminar¡Besitos, aunque no te lleguen!
Gracias, Víbora, por lo menos luego nos reímos... ¡pero a mí me están saliendo cada vez más canas, del estrés!
ResponderEliminarBesitos, guapa.
Divertido. A veces pienso que la paciencia y el humor son formas menores de la desesperación.
ResponderEliminarVaya, Pepe, yo diría que has dado en el clavo, al menos respecto al humor. La paciencia... a veces también, otras veces quizá consiste en ponerte en el lugar de la otra persona, sea niño, anciano o comedor de yogures compulsivo.
ResponderEliminarBesitos, Pepe, me alegro de tu visita.
Jana el relato me ha llegado y me ha encantado!! es genial de verdad, fijate que cuando terminé de leerlo me dio hasta pena porque estaba muy sumergida leyéndolo. Besos guapa!
ResponderEliminarTe faltó lo de "entrada patrocinada por Yogures Danone" je je je
ResponderEliminarque barbaridad
Lobezna, ¡me alegro mucho de que te haya gustado! Es sórdido, ¿verdad? Me gusta escribir para niños y adolescentes, cosas más tiernas, pero de vez en cuando necesito sumergirme en algo más desesperanzador. Espero que no te pareciera demasiado largo.
ResponderEliminarMuchos besos y ¡menos mal que por fin te llegó, que lo intenté unas cuantas veces!
Canoso, más bien "patrocinado por yogures Dia", que nosotros a lo baratito siempre, que está la cosa muy achuchá, pero mucho, mucho.
ResponderEliminarBesitos.
Jajajajaja, que feo cuando hay que bañarse por separado para cuidar las cosas, es una lastima que debas de estar pendiente de tus pertenencias para que no te roben, aquí pasa exactamente igual.
ResponderEliminarA mi me pasa que cuando tomo sol quedo peor que un cangrejo, y luego me arde toda la piel, es horrible!! mientras otros pueden broncearse yo quedo un tomate jajaja, me cuesta agarrar color :_
Muchas gracias por el premio amiga, un besito ♥
Mi querida Jana: El santo Job a tu lado se queda en pañales. ¡Qué paciencia Dios mío! Por menos he visto a parejas divorciadas. :) Espero más capítulos.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
Sí, Lenn, es feo y deprimente ir un solo día a la playa y no poder bañarnos juntos. A ver si el año que viene cambia un poco la cosa, o lo mato, ya veremos. Y además me quemé, y él también, y eso que él es moreno y le da el sol, yo creo que elegimos el día con alevosía porque luego dijeron que había sido, de todo el verano, el día en que el sol había quemado más. Suerte que tiene la nena, vamos.
ResponderEliminarMuchos besitos, preciosa.
Uf, Malena, si ya tuve peores experiencias con mi ex, lo mío debe ser innato, o una de esas maldiciones que te echan en la cuna.
ResponderEliminarOye, y yo espero que no haya más capítulos... ¡por mi propia salud mental, vaya! Que vivirlo no fue tan ameno como leerlo, que conste.
Muchos besitos, guapísima.
Hola Jana me gustaron tus palabras, fueron gracias en muchas partes. La otra vez te iba escribir en en lo del gato verde, pero se cerro la pag y perdí todo ¬¬. En fin que bueno que seas diferente.
ResponderEliminarOye también te hable por que escribí algo que estoy seguro te interesara...
http://gritos-inconscientes.blogspot.com/2011/09/cuando-las-palabras-en-forma-de-letras.html
Grita si te sientes identificada al leer eso. Suerte
Mi querida Jana: Perdona este lapsus mío pero si vas a mi blog ya está solucionado todo. Lo siento :(
ResponderEliminarMontones de besos.
Malena
Asdrúbal, por tu blog voy otra vez, esta mañana que tengo más tiempo. Y ya te digo que sí, que ¡tengo que gritar! Y esta vez, después de leerlo, grito conscientemente.
ResponderEliminarMil besitos.
Malenita, no me pidas perdón porque entonces me siento muy culpable, como si te lo hubiera dicho con acritud o algo así. ¡Yo sólo quería que lo supieraaaaaas! Ya he pasado por tu blog, gracias, bonita mía.
ResponderEliminarMil brisas y mil besos para ti.
Me ha divertido mucho aunque seguro que para ti fue algo muy desquiciante,pues el se le ve muy inseguro tantas veces comprobando lo todo,pero es mejor que sea así que un viva la vida y luego tengas que lamentar algo,me ha hecho mucha gracia el equipo de supervivencia,para pasar un día da la sensación que te vas al ANAPURNA O AL K2 osea al HIMALAYA ,es muy a meno el diálogo que tienes,y con los yogures parece una obsesión ,parece que le paguen por comerlos,seguro que luego no tendría problemas para ir al baño.
ResponderEliminarEn fin muy entretenida y divertida la historieta y aunque sea de verdad parece que hayas escrito un guión para un corto,te a quedado soberbio.
Me alegro de que te haya divertido, Miguel. Pues ahora que lo dices, vaya que sí quedaría un corto muy gracioso, además supongo que habrá más casos por el estilo, porque mi padre, para viajar, también era un puntazo, aunque en él sobre todo lo que primaba era llegar temprano: si había que coger el tren a las doce, a las diez ya teníamos que estar en la estación, y cuando tuvimos que ir a Tenerife a visitar a mis tíos, me dijo que el avión salía a las 2, y resultó que salía a las 9.¡Me tuvo más de ocho horas en el aeropuerto, fue la última vez que consentí viajar con él! Así que ya ves, o hay muchos casos, o yo ya tengo una suerte para morirse.
ResponderEliminarBesitos, Migue. Ya te comenté en tu blog lo que me cuesta cargarlo, creo que es por los vídeos.
Es mi consejo, ya sé que los consejos están para derrocharlos y no para seguirlos, pero el año que viene te vas sola y te curas de esta odisea.
ResponderEliminarNo se puede ir con el marido a cuestas a todos lados jajajaja.
¡Qué cruz!
Casi me ha provocado odio a los yogures jajajajja
Besos y paciencias
Trini, ¡me lo pensaré muy seriamente! Pero luego, seguro, le echaría de menos, si es que una es masoca.
ResponderEliminarOye, pues yo ahora estoy empezando a mirar los yogures con más ganas, al fin y al cabo huelen muy bien y algo tendrán cuando él es tan forofo...
Mil besitos.
Me he reído un rato leyéndote. Y eso que era una sola tarde!. Es que lo cuentas de una forma genial... pero seguro que era para pasarlo.
ResponderEliminarGracias por el ratico.
Abrazo.
Qué "divertida" compañía!!! Muy bueno. Abrazos.
ResponderEliminarSi en el fondo se hacen de querer jajajajaja
ResponderEliminarMujer, si fue todo muy romántico. Luego lo cuentas y lo relees y no encuentras nada malo en esa velada. Quizás Niebla. Pero mira, sigue estando a tu lado.
Pobreciiitaaa miaaa mareeee que me la abandonan eso si ajajajaja me ha encantao la anécdota del senegales menudo percal ajajaj
ResponderEliminarMás bonicooo nenaa *.*
''Yo regala a ti'' cosa más linda ains.
Es que tienen algo no se, lo extranjeros y demás xD
¡Besotes pequeña gatita ! (iba a decir blanca, pero me da a mi que eres naranjita mas o menos xDDDD
¡¡Muuuuuuuuuuuuuuuuuuacks!! =^.^=
Gracias por tu respuesta. Me interesa el blog que le dedicas a tu padre, pero ya ves que también puedo llegar al tuyo y, además, con mucho gusto, para saborear esta historia de playa en la que no sabe uno si reir o llorar porque hay razones para las dos cosas. Espero que nos frecuentemos. Si te sirve lo que esacribo sobre los niños, pues me alegro. Para eso lo hago. Un beso
ResponderEliminarMe llegaron.
ResponderEliminarMe bebo todos los días uno, pero es por el colesterol....si es por tí, que le den al colesterol! destierro los yogures de mi vida! jajaajajaja
Chesana, me alegro mucho de que te guste la manera de contarlo... mi niña me dice que cuando estoy cabreada se ríe mucho conmigo, ja, ja. Bueno, la verdad es que ha pasado más de un mes, ya se me fue el cabreo, menos mal.
ResponderEliminarMuchos besitos, guapa.
Fgiucich, si le hubieras conocido cuatro años atrás... ¡si es que me lió, y luego mira! ¡Hombres!
ResponderEliminarGracias por pasarte, espero que las vacaciones te hayan ido mejor que a mí.
Muy romántico, Misaoshi... por los h. Bueno, el día siguiente me resarció porque aguantó todos mis recuerdos de infancia por enésima vez, que yo también puedo ser pesadita y cuando voy a Niebla lo soy en grado sumo.
ResponderEliminarBesitos, guapísima.
Dawa, lo del senegalés fue un puntazo, pero, claro, no me iba a poner a charlar tranquilita allí, ¿no? Todavía me intriga qué pensaría regalarme, con lo que a mí me gustan los hipperíos que venden ellos.
ResponderEliminarBueno, fui una chica formal, que ya tiene una una edad, ¿no?
Mil besitos, gatita negra (¿y por qué yo naranja? aclara)=^.^=
Antonio, me encanta que te interese el blog de mi padre, ahora lo tengo un poco abandonado pero enseguida espero ponerlo más al día, lo que pasa es que empezar a trabajar después de tres años parada me tiene un poquito acelerada. Tu blog me parece estupendo y para mí, en este momento, perfecto, puedo aprender mucho y eso es lo que necesito mientras esté en la guardería.
ResponderEliminarMuchos besos, y por supuesto, seguimos en contacto.
¡Pero si están muy buenos, Maripili! Pero, hija, cada cosa en su justa medida, no hay que exagerar tanto, aunque peor sería si le diera por otras cosas peores.
ResponderEliminarY tómalos, mujer, que son buenos para todo, además no engordan, qué más queremos.
Me alegro de verte por aquí otra vez, mil besitos.