No me admiró tu olvido, aunque de un día
me admiró tu cariño mucho más.
Porque lo que hay en mí que vale algo,
eso... ¡ni lo pudiste sospechar!
Bécquer
Es un grito de orgullo herido, por supuesto, y a lo largo de mi vida lo he copiado cientos de veces porque me gustaba tanto, y me hacía sentir mejor... sea o no sea verdad, una se consuela pensando que quien ha dejado de amarte nunca supo valorarte del todo. Puedes fallar, carecer de algunas cosas, pero tu alma inmortal está ahí, tus sentimientos son muchos más profundos de lo que los demás pueden alcanzar a ver, y nosotros, los que escribimos (que creo que somos todos los blogueros), tenemos ese "algo" mágico que nos protege un poquito, como un fetiche, del vacío absoluto de la soledad.
Después, la segunda parte de Mi Primavera... era ya la certeza: como os conté en la anterior entrada, cuando por fin me lo dijo, harto ya de mis preguntas insistentes, de mi "dime la verdad, por favor" angustiado.
Y lo encabecé con la rima XLII de mi poeta, aquella a la que yo siempre he denominado "Infidelidad":
Cuando me lo dijeron, sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas.
Me apoyé contra el muro, y un momento
la conciencia perdí de dónde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche;
en ira y en piedad se anegó el alma.
¡Y entonces comprendí por qué se llora!
¡Y entonces comprendí por qué se mata!
...Pasó la nube de dolor. Con pena
logré balbucear breves palabras.
¿Quién me dio la noticia?: un fiel amigo.
¡Me hacía un gran favor!... Le di las gracias...
Bécquer
Y, por fin, llegamos a la tercera parte; tras un infinito año de dolor, con terribles recaídas que me cortaban la respiración, todo fue atenuándose, volví a sonreír con ilusión, mi vida se llenó de esperanza, fui la que había sido tanto tiempo atrás, volví a sentirme apreciada (no, no con amor, sino con amistad, que en aquel momento era lo que más falta me hacía) y a pensar que el mundo ni mucho menos se acababa. Y aquella tercera parte de Mi Primavera De Desamor llevaba como prólogo otro poema de Bécquer que, como todos los suyos, desde niña me sabía de memoria:
RIMA LXIV
Como guarda el avaro su tesoro
guardaba mi dolor.
Yo quería probar que hay algo eterno
a la que eterno me juró su amor.
Mas hoy le llamo en vano, y oigo al tiempo
que le agotó, decir:
"¡Ah, barro miserable! Eternamente
no podrás ni aun sufrir...
Bécquer
Bécquer es el poeta que más me ha acompañado a lo largo de toda mi vida, lo siento como a un amigo muy sabio, inalcanzable y a la vez cercano, dentro de mí. Él sabía expresar en pocas y sencillas palabras todo lo que yo podría pasarme estrofas sin fin intentando dibujar. Para mí, es el más inmortal de todos los poetas.
Y hoy, día de Todos los Santos, no puedo por menos de recordarlo también por otro motivo: cuando era una niña -diez, once, doce años...- este día no estaba completo para mí si no me había estremecido con la lectura de El Monte De Las Ánimas, una de sus leyendas más espeluznantes. Temblé con esa leyenda más que con cualquier película de terror que haya visto a lo largo de toda mi vida, con su descripción del roce de los huesos que se aproximaban a la alcoba de la "hermosa prima"... Si tenéis oportunidad, no dejéis de leerla, porque es GENIAL.
Para Bécquer, el Poeta Inolvidable.
Con devoción.
Jana
Mi querida Jana te admiro como mujer valiente y llena de sensibilidad, por como has sabido florecer de nuevo para el mundo, para tu hija y lo más dificil para muchos, el florecer para ti misma.
ResponderEliminarTambién Bécquer ha sido el poeta, mi poeta del amor, del romanticismo. Aunque quizas hay partes que todos no identificamos de la misma manera, porque no hemos pasado por las mismas experiencias.
Pero es reconfortante leerlo junto a ti, en estos momentos que ya paso la tormenta. Que la serenidad y el equilibrio del alma hace que disfrutemos su obra mucho mejor.
Seguiré tu recomendación, aunque soy algo miedosa para leer cosas de animas. Ahora que lo pienso nunca leí nada sobre el tema, y que quieres que te diga que ya tengo edad para asustarme de pocas cosas.
Así que decidido, voy a leerlo.
Un fuerte abrazo.
Otros de mis autores...Bécquer...
ResponderEliminarSabía describir, transmitir, y descifrar todo aquello que a ti se te pasaba por la cabeza, sentías en el alma y no lograbas sacar a grandes rasgos, como bien dices, ni escribiendo mil estrofas...
Sin embargo, lees algo de él y es como...Te comprendo...
Le has dejado una rosa blanca para él... Como la rosa negra la has puesto antes también...Le dejaré una rosa roja de mi parte.
Hay seres, que deberían ser inmortales.
¡Besos Mil, pequeña minina!.
=^.^= . ¡Muacks!.
Neuriwoman, qué casualidad que ahora mismo he acabado yo de releerlo. Ya no me da el mismo miedo, ¡hemos visto tantas cosas, películas, cuentos, a cual más horroroso, que El Monte de las Ánimas queda casi como una leyenda para niños! Sin embargo, ahí sigue el genio de Bécquer para invocar, con tan pocas palabras carentes de efectismo, el horror de una noche oscura cuando yacemos en el lecho escuchando sin querer cada ruido y cada chasquido, asociándolos a lo más horrible.
ResponderEliminarGracias, preciosa, tus palabras "leerlo junto a ti" me han llegado cálidas y dulces al corazón, pues compartir es lo que deseamos al abrir nuestras almas en estos blogs, ¿verdad?, y sentirnos así, cercanos, anulando kilómetros en la distancia.
El mismo fuerte abrazo para ti.
Mi pequeña gatita, estamos en el mismo momento escribiendo en el mismo lugar, como nos solía pasar, ¿te acuerdas?
ResponderEliminarBécquer será siempre nuestro poeta, y cuando pasen cien años y ya no estemos, seguirá siendo el poeta de otras que lo leerán y lo adorarán, eterno e inmortal en su amor nunca correspondido. Y siempre florecerán rosas para él.
Hoy estoy un poco nostálgica... pero me gusta, me siento acorde con estas tardes cortas del otoño.
Mil besos, linda gatita negra.
Gustavito, un romántico tardío y paradójicamente el mayor exponente del romanticismo.
ResponderEliminarCuántas veces habré repetido algunos de sus versos en mi adolescencia, haciendo mias sus palabras.
Muy lindo homenaje Jana!!
Ceci, estoy segura de que todos hemos hecho nuestras sus palabras en alguna ocasión, desde el inocente "por una mirada, un mundo..." que seguro que hemos sentido todos alguna vez, hasta el más dramático, que son tantos que no podría elegir uno.
ResponderEliminarY al comienzo de la primavera ¿quién no recita "volverán las oscuras golondrinas..." aunque quizá sin recordar ni un verso más?
Mil besos, Ceci. ¡Ay, me ha hecho gracia eso de "Gustavito"!
es una buena referencia donde perderse
ResponderEliminarNoel, perderse una tarde lluviosa en las rimas de Bécquer es una de las cosas hermosas que nos da la vida. Hoy no llueve, pero no he salido de casa en todo el día y me siento inmersa en mi poeta.
ResponderEliminarBesitos.
Preciosa entrada, Jana.
ResponderEliminarParece que de nuevo me sorprendes,pues Bécquer es también el poeta que más aprecio y admiro. Lo mío me viene de "herencia" pues no hay día que no de gracias a mi madre por enseñarme a leer con los versos de este gran poeta. Soy de esas pocas afortunadas que ha aprendido ese gran placer (la lectura) en el seno de su hogar y no en el colegio. :)
Uno de mis poemas favoritos de siempre es precisamente ese que tú denominas "infidelidad", así que, hoy sólo puedo agradecerte el haberme hecho recordar los bellos momentos que pasé con las obras de Bécquer entre mis manos.
Un beso, Sandra.
Sandra, también yo fui de esas afortunadas, los libros de poesía se mezclaban con los de cuentos en mi cama cuando me ponía mala (con seis años tuve una bronquitis que me duró dos meses y me leí hasta teatro de Arniches). Y después le tocó a Anais, y espero que les toque también a mis nietos. Crecer entre poemas te hace ser "la rara", pero compensa muchísimo, ¿verdad? Y Bécquer siempre será el poeta del Amor, me encanta que también sea tu poeta, es algo más que también nos une.
ResponderEliminarMil besos, cariño.
Bueno, Jana, traer a Bécquer tal día como hoy, es lo más de lo más.
ResponderEliminarMe ha retrotraído a mi época de profesor de Lengua y Literatura, y aquellos otoños en los que trataba de transmitir estas sensibilidades a mis alumnos/as. Espero que algunos de ellos hayan sido tan receptivos como tú lo has sido a las profesoras que tuviste. Tu premiada novela -tan justamente premiada por cierto-, me da muchas pistas.
Besos
Jana, muy propio de ti el romántico sevillano, la sensibilidad llevada al culmen, aunque debo reconocer que que para mi dureza mental es un poco fuerte, no obstante la rima XXIII me perseguirá con toda su inocencia mientras viva (cuando mires el correo lo comprenderás). De todas formas y en tu honor y el de tu admirado Bécquer prometo leer la leyenda del Monte de las Ánimas.
ResponderEliminarBesos apretaos desde la Feria de To'santos
Lo curioso es, Eladio, que han debido ser los astros los que se han confabulado para que hoy yo trajera aquí a mi Bécquer. Nunca he pasado tantos días sin hacer una entrada, cada tarde me sentía apremiada para ponerme, pero cada tarde surgía algo (o simplemente cansancio) que lo evitaba. Y esta mañana, ya, simplemente, surgió: era hoy el día, y tenía que ser Bécquer. Quién sabe... es un día tan especial.
ResponderEliminarY, ya que eres tan encantador (¡gracias!) que mencionas mi novela, te diré que es el día en que más la recuerdo cada año, por aquello de la fiesta de las gachas que mis protagonistas revivían para el Día de los Santos.
¡Me hubiera encantado tenerte de profesor, Eladio, no sabía que justamente habías dado Lengua y Literatura! Recuerdo a mi profe, don José Luís, de 6º, 7º y 8º con un cariño inmenso.
Un enorme abrazo.
Pelayo, vuelvo del correo y ya sabes con cuánta emoción. Ojalá hubiera habido vídeos en aquella época, ¿verdad?, habría sido maravilloso vernos otra vez, niños -casi adolescentes-, tú recitando el "Por una mirada, un mundo", yo mirando el pedestal vacío y soltando el pedazo de parrafada que tenía que soltar... Qué felices niños fuimos pese a todo, ¿verdad?, y con cuánto sentido de la responsabilidad nos tomábamos aquellos teatros, cuántas horas de ensayo, serios, trabajadores, formales, con el empeño de hacerlo todo bien por muchos impedimentos que surgieran.
ResponderEliminarLee esa leyenda, Pelayo, aunque ya no da el miedo que me daba cuando era una niña, pero sigue teniendo una magia que no se la dan los efectos especiales ni el llevar las imágenes al paroxismo... Simplemente unas cuantas frases bien desarrolladas y el escalofrío recorre tu espalda.
Y, en alguna de estas cortas tardes ventosas de otoño, abre las Rimas por la mitad, no por el principio, y léelas como a salto de mata, verás como de pronto encuentras versos con los que te sientes identificado, y acabas devorando cada palabra con verdadera fruición.
Besos muy, pero que muy apretaos, y feliz fin de feria. ¡Qué envidia me das!
Los románticos supieron vivir en ese mundo que nosotros anhelamos, mi querido Cortázar era un fanático del romanticismo y decía que están los que se rinden a una vida programada ( a menudo por los otros) y el resto que nos parece que este mundo es como una gran casa encantada llena de recovecos, para que poco a poco vayamos descubriéndolos. En este caso tu has encontrado una puertecita que pone G.A.Bécquer en donde te parece que has encontrado un tesoro.
ResponderEliminarUn tesoro de incalculable valor, Luís. Y hay muchos tesoros más, y lo mejor es que aún quedan muchos por descubrir, cualquier día lees algo que te enamora, buscas al autor y se te abren las puertas de otra habitación secreta y mágica. Sólo hace tres años que "conocí" a José Ángel Buesa, y ahora me parece imposible haber vivido tantos años sin recitar sus poemas. Y todavía, ya lo sabes, no he leído casi nada de tu Julio Cortázar, ¿te imaginas los buenos ratos que me esperan cuando pueda ir a la Biblio y empezar a leerlo? Son promesas que hacen que la vida merezca la pena ser vivida poco a poco.
ResponderEliminarMil besazos.
que poemas tan bonitos, Jana. Sigo sin pillar del todo el sentido de la poesía, yo creo que es un trauma infantil del cole, pero sigo intentándolo. gracias por tu ayuda.
ResponderEliminarque grande Becquer!
ResponderEliminarbesitos
Que decir de Bécquer, uno de los grandes!!Como que en el instituto me hicieron leer las "leyendas".
ResponderEliminarBécquer suspiraba continuamente por lo inalcanzable y de ahí su forma de escribir.
Un gran homenaje!
Un beso guapa!!!!!!!
Maripili, yo creo que mientras más sencilla es la poesía, más puede llegarnos, pero, claro, también es verdad que yo me crié leyendo poesías y cuando en el cole nos hablaban de poetas, yo los conocía... no a todos, claro... pero ya estaba hecha a ellos. Y es que el hecho de que te obliguen a leer algo ya de por sí traumatiza. También reconozco que hay poesías más raritas que la mar, que te quedas diciendo: ¿era chino?
ResponderEliminarDe todas formas, es como con las canciones, en algún momento lees o escuchas algo que te hace pensar que es exactamente lo que tú quisieras decir, lo que sientes, y por eso te llena tanto.
Un millón de besos, preciosa mía.
¿Verdad que sí, Aniña? grande y maravilloso.
ResponderEliminarMil besitos.
"Yo soy un sueño, un imposible,
ResponderEliminarvano fantasma de niebla y luz..."
Onasis, es cierto que él amaba lo inalcanzable, como todos en algún momento, quizá por eso sea el poeta eterno.
Sigo pensando que no deberían obligarnos a leer las cosas, sino ayudarnos a descubrirlas como si fuera cosa nuestra. Cuando yo estaba en la "2ª etapa" de EGB, no solíamos tener libros obligatorios, que yo recuerde, pero como a mí me gustaba tanto leer siempre iba al colegio con algún libro en la cartera, y cuando acababa mis tareas lo sacaba y me enfrascaba en él. ¿Puedes creer que había chicas, repetidoras de ésas a las que sólo le suele interesar pintarse un poquito y hablar de chicos, que acababan pidiéndome que les prestara aquellos libros? La verdad es que perdí muchos, porque prestaba tantos que ya no sabía quién los tenía y quién no, pero al menos sirvió para que muchas, pero muchas, ¿eh?, chicas que no habrían leído nunca, lo hicieran. Eran libros infantiles la mayoría -de Puck, de Los Cinco- pero por ahí se empieza a disfrutar de la lectura, después ya llegará lo demás.
Ya me enrollé... Un besazo, preciosa.
Con Bécquer, como referencia, empecé a escribir hace tanto... Luego lo olvidé, la adolescéncia me llevó por otros caminos. Hoy, que he vuelto a ilusionarme con la escritura después de un largo tiempo en silencio (por escrito), me sorprendes con versos de Bécquer que creía olvidados. Gracias por retornármelos.
ResponderEliminarMiguel Ángel.
La vida da muchas vueltas y tiene muchos altibajos,y lo que no nos mata nos hace más fuertes,desde un virus a un amor,pero lo importante es saber renacer de las cenizas,y lograrlo es lo que nos hace creer en nosotros y ponerle cada cosa su importancia justa,y lo que nunca debemos perder es ser capaces apreciarnos y de valorarnos,pues cuando no nos queremos estamos con las barreras quitadas para que cualquiera nos pueda hacer daño,incluso nosotros mismos nos hacemos daño,creyendo que ya nada importa,y que la vida sin el otro ya no merece la pena,pero para que estar con alguien que no te quiere ,aunque tu le quieras, para que malgastar el tiempo con alguien que ya no nos quiere,mejor invertirlo en querernos nosotros mismos,y abriendo el corazón para que la mariposa del amor vuelva a posarse en nuestra vida,pues sin ella la vida es solo rutina y aburrimiento.
ResponderEliminarAmí también me gusta mucho Bécquer, muchos besitos Jana, me ha gustado mucho la entrada.
ResponderEliminarMiguel Ángel, me alegro mucho de que hayas salido de tu silencio, porque la poesía yo creo que nos persigue a lo largo de nuestra vida a los que la llevamos dentro; pueden pasar largas temporadas de vida "normal", sin recordarla conscientemente, pero sigue allí esperándonos y en cualquier momento surge y nos pide ser escrita, nos grita desde dentro. Me alegro de que eso te haya pasado a ti.
ResponderEliminarEste finde iré por tu blog a visitarte. Muchos besos.
Miguel, debemos comprender eso que tú dices a menudo, que la vida merece la pena por nosotros mismos y que no podemos aferrarnos a lo que ya no existe, por doloroso que pueda ser al principio. Siempre hay que mirar hacia adelante y hacer camino al andar, como decía otro de nuestros amados poetas.
ResponderEliminarMil besos y gracias por estar aquí.
Condesa, ¡me encanta volver a dirigirme a ti por este nombre! Me alegro de que compartamos también el amor a Bécquer.
ResponderEliminarQue disfrutes cada minuto de este fin de semana que acaba de empezar, preciosa, mirando hacia adelante.
Mil besos.
Cuantos recuerdos me has despertado querida Jana con estos maravillosos versos de Bécquer..recuerdo cuando en la adolescencia bebia de esos versos como si fuera la biblia misma. Me alegro que al final todo el dolor de tu vida haya sido transformado en algo tan hermoso y mágico como son tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme. Feliz finde semana!
Poemas duros o nostálgicos y a veces tristes lode de Becquer, pero sin duda todos armoniosos y muy bonitos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un gran poeta a quien recurro cuando deseo meterme en ese mundo tan propio...
ResponderEliminarUn beso enorme.
HD
Po cierto, no te preocupes por los comentarios si estás sin tiempo, pero no crea que para mí el tuyo sería "uno más". Los tiempos, ay, lo tiempos.
Una entrada llena de sensibilidad, me ha gustado mucho. Becquer era el poeta del amor para muchos, igual para mi. Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre me ha encantado Becker.
ResponderEliminarAsí como gran parte de la poesía y los poetas cuesta mucho que me lleguen, que me hagan sentir o estremecerme, este poeta siempre ha sido especial para mi desde pequeñita.
Sus palabras tienen una magia y una intensidad especial, pero en algunos momento duele incluso leerlas.
Dynara, me encanta que también a ti te guste tanto Bécquer, que también fuera tu "biblia", como lo fuera mía. Mil besos, cariño.
ResponderEliminarJosef, gracias por regresar por mi rinconcito. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido Humberto, ya sé que ningún comentario es "uno más", cada uno es importante y especial en sí mismo, pero el tiempo, sí, ¡cómo nos falta a veces! Gracias por pasarte, ya sé que a ti sí que te falta tiempo para visitar a todos tus seguidores.
ResponderEliminarMil besos.
Querida Alma, no me cabe duda de que Bécquer también debe ser uno de tus poetas, con la sensibilidad y belleza que nos muestras en cada uno de tus poemas. Mil besitos.
ResponderEliminarNeko, yo creo que la magia de Bécquer está en esa sencillez dolorosa con que se expresa, cómo no comprender sus palabras. Aunque tiene otra serie de rimas más profundas y alucinantes, llenas de fiebre y misterio, pero sus poemas de amor parece imposible que no nos lleguen, ¿verdad?
ResponderEliminarMil besos, guapísima Neko.
Excelente post, adornado con la intensidad de Bécquer y tu habilidad poética. Abrazos.
ResponderEliminarConfieso que Bécquer no es uno de mis poetas preferidos, auqnue sí un poeta que he leído desde siempre. Pues eso, que este post donde "te desnudas" y decoras tu desnudez con sus versos me ha encantado y tanto tus palabras desde el alma, como las del poeta en su arte, han creado un post precioso.
ResponderEliminarBesos y versos.
PD: Tienes razón, los versos, el escribir...nos salvan de tanto...
Espero que tengas conciencia del privilegio en el que has vivido creciendo, como tú dices, con la mano de Becker cogida y vibrando en todo momento con sus rimas y con sus leyendas. Otros hemos tenido que subir la ardua cuenta de la afición a los libros desder la nada y te aseguro que se hace angustioso, sobre todo por ignorancia y por desconcierto. El texto que nos ofreces me parece delicioso y, por lo que veo en tus comentaristas, ni soy el único ni mi apreciación es tan insólita. Me alegro por tí y te felicito por ello. Un beso
ResponderEliminarQue lindo que cada una de sus poesías haya podido acompañarte en cada momento de tu vida, a mi me pasa con cada canción, esas melodías que te acompañan en determinado momento y al volverlas a escuchar nos llenamos de bonitos recuerdos. Voy a buscar la leyenda, espero no me asuste tanto y pueda dormir esta noche jaaja.
ResponderEliminarEspero hayas comenzado con todo la semana corazón, muchos besitos ♥
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs bonito que hayas tenido una poesía para cada momento y además unas poesías tan hermosas como las de Bécquer.Me alegro mucho de que pudieses volver a sonreír y es que después de la tempestad viene la calma.Gracias por la recomendación del Monte de las Ánimas,seguro que lo tengo por casa.Un beso^^
ResponderEliminarExcelente poema de Bécquer, y preciosas imagenes.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un abrazo.
Abrazos para ti, fgiucich.
ResponderEliminarDesnudarse y cubrir la desnudez con versos de Bécquer es otra de tus tan hermosas expresiones, Trini.
ResponderEliminarMil besos, preciosa.
Antonio, claro que soy consciente de la ventaja que tuve desde la cuna en ese sentido, la poesía en mi casa era como los dibujos animados en otra, y no porque me obligaran a leerla sino porque estaba allí, por todas partes, sólo tenía que extender la mano y ya tenía un libro de Machado, de Hernández, de Rubén Darío, de Bécquer, Campoamor... y además es tan fácil aprenderla, se queda en la memoria mucho mejor que las tablas de multiplicar.
ResponderEliminarAdemás, mi madre era muy dada a contar "batallitas" (como yo, sí) y cuando me contaba cosas me intercalaba alguna estrofa de las poesías que también habían marcado determinados momentos de su vida. Seguro que por eso, cuando yo pongo un post de poesía, me parece que no está completo si no explico un poquito en qué momento me marcó éste o aquél poema, aunque ya me han dicho a veces que las poesías no necesitan explicación. Aquello con lo que has crecido te va marcando, y si es bueno, pues ¡mucho mejor!
Gracias por tus palabras y por seguir viniendo, Antonio. Un abrazo fuerte.
Preciosa Lenn, a mí también me pasa con muchas canciones, cualquier día empiezo a daros la lata también con ellas. Con La Oreja De VanGogh lloro como una cría, y hay muchas más que parecen decir exactamente lo que yo no puedo, y encima la melodía añade expresividad, así que... imagínate.
ResponderEliminarEspero que te guste la leyenda, si la lees; otra de Bécquer que también me gustaba mucho (la verdad es que soy demasiado romántica, ahora me doy cuenta) es El Romance De La Mano Muerta. Es muy bonita también, y con su parte de misterio, como todas las de Bécquer.
Mil besitos, preciosa, y feliz semana.
Víbora, yo la leí la última vez por Internet, basta poner en google "El Monte De Las Ánimas" y ya te sale. La verdad es que por Internet se encuentran ya tantas cosas...
ResponderEliminarY,sí, se puede decir que hay un poema (sea de quien sea) para cada estado de ánimo, igual que una canción. Es genial encontrarlos y recordarlos después.
Mil besos, guapísima.
Gracias, Ricardo. Para todos los que amamos la poesía Bécquer es un referente inapreciable. Feliz semana y muchos besitos.
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