viernes, 17 de mayo de 2013

Como sé que me tiro siglos sin hacer entradas, pues voy a hacer 3 en 1. No me alargaré, de verdad, porque una cosa es lo que se tiene pensado y otra, muy distinta (por suerte a veces), lo que se hace.
 (Seguro que al final me alargo!!!!!!)
Primero: desde marzo, tengo un premio por aquí que me concedió Ester. Premio CANI. Me habrá visto en mis buenos momentos de marcha, probablemente. Me lo dio por aquella entrada "¡Rebajas, Rebajas!", cuando nos fuimos mi peque y yo de rebajitas de enero.

 Y ¿qué hay que hacer? Pues:

1. poner la foto del premio.
  Voilà!
2. enlazar el blog original del premio.
Ya está hecho, pero lo haré otra vez: Autodidacta
3. contestar preguntas

¿Ola k ase? ¿Eres choni o ke ase?
Pues, ahí vamos... 
¿Cuál es tu libro de cabecera?
El que esté leyendo.
Una choni, ¿nace o se hace? ¿Requiere mucho esfuerzo?
Depende. Si nace, no requiere esfuerzo, pero si tiene que hacerse, yo diría que no es tan fácil.
¡Iya (de "chiquilla", "illa")! ¿Tiene un euro?
¿Y tú?
En la vida real, ¿cuál es tu parte más choni?
Pues tengo bastantes. Me encantan Los Chichos, el flamenquito en general, me pinto la raya de los ojos, cuando tengo calor me recojo una coleta alta... 
¿Qué le preguntarías a una choni de verdad?
¿De verdad eres choni "de verdad", no es una pose?
¿Cuál es tu canción choni preferida?
Hay por ahí algunas de raeggetton, ¡sí, raeggetton!, que no me gusta porque la mayoría de las letras son tremendamente machistas y ordinarias, pero hay, sobre todo, dos, que las bailé "par coeur" en mi época loca, cuando me separé y tal: la de "baila, morena" y la de "chicas, que les gusta provocar ellas son locas"...
todo es ponerse en el momento, todo es... según el color del cristal con que se mira. Disfruté mucho bailando aquellas canciones, llegué a usar zancos con pantalones de campana, y cuando lo recuerdo no me avergüenzo para nada, al contrario, me digo: ¡joder, lo que nos divertíamos en aquellos días! 
Cuenta la anécdota más choni que hayas visto o vivido:
Aquí no puedo contestar porque no me acuerdo. ¿Anécdota choni? ¿Qué es eso, exactamente? 


4. entregar el premio a otros blog (entre 3 y 10) por alguna entrada relacionada con el asunto
Eso, voy a dejarlo a vuestra elección. Si consideráis que alguna de vuestras entradas ha sido lo suficientemente choni para aceptar el premio, ¡vuestro es! 
 Aquí pensaba partir una lanza hablando de los canis y las chonis, defendiéndolos, etc. No me voy a parar a hacerlo, pero un breve (¿?) apunte sí tengo que hacer: no creáis todo lo que dice la Frikipedia, por favor.
Conozco a un montón de canis y chonis, o que lo parecen, o que la Friki diría que lo son, y no cumplen las condiciones, y son gente como NOSOTROS, y se puede hablar con ellos igual, no hay que hacer esfuerzos raros ni aprender otro idioma. Se es cani, choni, hippie, pijo, friki... igual que antes éramos "los listos", "los de FP",
          
 "los rockeros", "los niños bien", etcétera. No encasillemos más, por favor, no cambiemos racismo por clasismo, que luego acabaremos escribiendo TQD en los que expresaremos gran sorpresa porque un cani fuera el único que ayudó a nuestra abuelita cuando se cayó en la calle, y cosas así.
 ¡Eso sí, acabo de pensar lo que podría ser una anécdota choni!: el concierto de Los Chichos. Fue cuando estaba peor, este invierno -casi primavera-, con mis depres y mis angustias existenciales. No pensaba que, realmente, fuéramos a ir, porque siempre hacemos planes y a la hora de la verdad pasamos de cumplirlos, tanto M.P. como yo, pero aquel día resultó que sí, que fuimos al concierto. Yo esperaba avalancha de canis y chonis, la verdad, o de gente
así de cuarenta y tantos, como nosotros. Pues ni una cosa ni otra; bueno, al principio es que solo había ocho o diez personas, jóvenes normales, un par de chicas con el moño requetebién hecho. Luego llegaron algunos gitanos jóvenes, con trajes de chaqueta, cosa que me sorprendió porque ya no suelen vestir así, pero aquellos yo creo que lo hicieron como en homenaje a Los Chichos.
 El concierto estaba anunciado para las 10.30, y a las 11.30 no había empezado. Yo estaba ya negra como un tizón, odio esperar y solo pensaba que para qué me habría metido en tonterías de ese tipo, con lo a gusto que estaría yo en mi camita y tal y cual.
 Pues empezó. A las doce. Y os juro que fue empezar la música, solo empezarla, y todo el mundo -que ya se había petado el local- se puso a cantar, antes que Los Chichos. Y yo, la primera, por supuesto. Y se me llenaron los ojos de
lágrimas, era la vuelta a mi adolescencia, a la rebeldía de la niña buena que no quiere parecer siempre una tonta, la vuelta a tantas cosas... ¡¡¡Dios!!! Pensé: "esto, y después morir". No exagero, de veras, fue una velada de esas que te marcan, que te hacen creer en la Vida con mayúsculas. Y ver cómo todo el mundo cantaba, todos se sabían canción por canción, letra por letra, y nos desgañitábamos... Ah, daría lo que fuera por volver a vivirlo.


                                                                                      tal vez en esta foto pueda parecer "momento choni", pero es Momento Carnaval, cuando nos disfrazamos de hippies, el año pasado, cuando todavía fumaba, como podéis ver por los cigarrillos en la mano de Anais y mía. La otra niña es Sandra, la mejor amiga de mi peque desde que tenían 3 años.
¡Pedazo de carnavales fueron aquellos! Y la foto la he puesto para ilustrar lo que iba diciendo de "tribus urbanas" de las que hablábamos (hablaba yo).





Bien, pues hasta aquí la 1ª entrada. Vamos a por la 2ª. Que es, también... ¡otro premio! ¡Y también de Ester!

Éste es distinto: este premio lo ha creado ella para conmemorar el primer cumpleaños de su blog, que nació el 1 de mayo de 2012.
 ¡Gracias, guapísima, y que tu blog cumpla otro montón de años diciendo tanto como dices cada día!
Y lo que hay que hacer al recibirlo es:
Recogerlo, o no. 
Dárselo a por lo menos otro blog
Y responder a tres preguntas, las preguntas cada uno se las hace y luego las responde.

O sea, que me tengo que inventar tres preguntas y luego responderlas. Para eso no me llega esta tarde la imaginación, de verdad, así que os paso el testigo, si os apetece hacerme alguna pregunta, adelante, intentaré contestarla.
 Y luego, hay que dárselo a otro blog. Yo se lo paso al blog de mi vampirita Dawa, de El Silencio De La Luna. Hace ya mucho que no nos pasamos premios, se ve que estamos haciéndonos mayores y más formales, pero si alguien se merece un premio al trabajo sin esperar recompesa, al darse del todo simplemente para hacernos sonreír, como apuntaba Ester al darlo, ésa es mi Dawa, a la que conocí precisamente por medio de otro blog (el de Condesa Barthory, desaparecido hace tiempo por desgracia) en el que hablaban de ella como de una niña realmente gentil, cariñosa, generosa y adorable. Me sentí interesada por estos calificativos, entré en su blog, le dejé un comentario y poco a poco (pero muy deprisa) se fue convirtiendo en una persona tremendamente importante en mi vida, en alguien que siempre está ahí en cada momento. Ésa es la maravilla de este mundo virtual, que puedes conocer a alguien que sea tu alma gemela, tu espíritu afín, de la raza de José, tu amarilla para siempre... alguien  a quien no hubieras conocido de otra manera, o quizá, ¿quién sabe?, quizá sí.
 Y no puedo decir más en esta entrada porque podría empezar a hablar y no acabaría, y lo que diría sería siempre lo mismo: que adoro a Dawa y que todos los que la conocen la quieren porque no se puede hacer otra cosa. Y lo que a ella le he dicho varias veces: si mi padre la hubiera conocido, la habría querido mucho, le habría encantado leer sus escritos y seguro, segurísimo, habría escrito más de un poema dedicado exclusivamente a ella, porque su dulzura y su manera de buscar la belleza en lo más pequeño le habría inspirado mucho.
(¡Y ahora me dirás que te pones roja, roja, roja, ya lo sé, pero alguna vez tenía que decirlo, ¿no?!


Y ahora, pues ¡vamos con la 3ª entrada en una, hala, que para eso estamos en mayo!

Y esta entrada no tiene nada que ver con premios, sino con ahorrar, que la cosa viene apretá. Y con divertirse, porque yo me lo pasé muy bien haciéndolo: os presento a MIS BOTAS VAQUERAS.



 Ya sé que, así vistas, de vaqueras no tienen nada. Son mis viejas botas súper cómodas, las que uso para andar largo y tendido, para bailar en Nochevieja, para todo lo que sea disfrutar de tus pies sin pensar ni que existen. 



¡Están las pobres tan gastadas ya! Y, sin embargo, la suela se mantiene impecable.
 Así que decidí renovarlas por completo.
Tenía unos vaqueros ya muy viejos, que me daba pena tirarlos porque tenían muchos bolsillos y además le había sacado unos flecos, hace años, que se quedaban muy chulos y me gustaban mucho. A veces soy muy pegajosa con la ropa a la que le tomo cariño, y me cuesta horrores tirarla.
Pues, ya está: con papel de periódico para rellenarlas y que no quedaran arrugas, tijeras y cola blanca está hecho casi todo. Utilicé aguja e hilo para coser un detalle (las "tapitas" de los bolsillos) detrás, porque se quedaba muy lisa y me parecía un poco sosa.
Primero, pegué la tela lisa a la parte de delante y le recorté lo que sobraba, y después corté la parte de abajo de las perneras, con los flecos, y sencillamente las "forré" con ellas. En los bordes le puse alfileres de tender para que fueran presionando la tela a las botas y pegaran bien.



 Delante, como creo que se puede apreciar, llevan cada una un bolsillo completo con su solapa y su trabilla, súper útil para cuando no quiero llevar bolso, que ahora que no fumo, no lo suelo llevar siempre. 
 Sobre la mesa se puede apreciar, también, a la buena amiga de la zapatera, la lata de birrita, que era mediodía y pegaba cantidad.


 La bota, de perfil, ¿verdad que los flecos quedan muy graciosos? Es más alta por delante que por detrás, así parece más vaquera, como las de los pistoleros que salían del Saloon para batirse en duelo.
 Detallito de atrás para que no se viera tan recta. Lo cosí a ambos lados porque seguro que, si lo pego nada más, se me va a acabar despegando en el momento más inoportuno. No cosí los filos porque me parecía una pijada pero les pasé un poco de laca de uñas transparente para que no se deshilachen más.
¿Verdad que solo falta Woody diciendo: hay una serpiente en mi bota...?
Et voilà! A mí me gustan mucho, ¿a vosotros no? y puestas se quedan muy guapas, y, sobre todo, que ya las tengo domadas y sé lo comodísimas que son. ¡Ahora me da pena tener que esperar al otoño para estrenarlas!
 Bueno, pues después de tres entradas en una, estoy agotadita y solo me queda añadir una foto más (ya que estamos) de mi Puchi, y contaros que la señorita está embarazada ya, de un gatito negro muy atractivo que la estuvo rondando este invierno. Ya tiene una cestita preparada para cuando le llegue el momento, y se pasa los ratos largos acurrucada en su cesta y lamiéndose solemnemente las patitas.
Mi Puchi, ahora mismo (a las 20:12 del día de la Copa del Reyyyyyyyy...)
¿A que es un bombón?

Contacto

Ana Vega Burgos
anavegaburgos,@hotmail.com